Sobre la Ley Impositiva: no podemos confundir riqueza con el fruto del esfuerzo

Incerción en la sesión del 8 de Enero del 2019 en cuanto al tratamiento de la Ley Impositiva en la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires:

Señor Presidente: 

Como decíamos en la sesión que dio origen al tratamiento de este proyecto, esta no es una buena ley impositiva. Estamos configurando la recaudación del año que comienza sin saber siquiera en qué se va a gastar este dinero, ya que no contamos con ley de presupuesto. 

Por otro lado, estamos gravando aún más a la clase media y al campo, sectores que ya no soportan más presión impositiva. 

Según datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, trabajamos 202 días, es decir, 55% del año para pagar impuestos, entre los directos e indirectos, provenientes de Nación, la Seguridad Social Nacional, Provincias, Seguridad Social Provincial y los Municipios. ¿Cuánto más esfuerzo le podemos pedir a la gente?

Es que no podemos quedarnos en el análisis de un sólo impuesto en forma aislada. Es decir, no corresponde únicamente centrarnos o deternos en el estudio de cuánto ha aumentado el impuesto inmobiliario como si fuera este el único impuesto que pagan los bonaerenses, sin entrar en el debido análisis que tiene esta Ley respecto a la verdadera incidencia y afectación en la capacidad contributiva de los ciudadanos.

Sr. Presidente aumentar de tal manera impuestos indirectos que no manifiestan ganancia alguna nos lleva en sentido contrario. Y mucho menos de forma progresiva como si se tratara de un impuesto directo que sí evidencia incremento patrimonial.

Es absolutamente irrazonable que por medio de la presión fiscal se alteren  o menoscabe la iniciativa privada, la libertad de la empresa, no podemos destruir las fuentes de la tributación mediante una carga tributaria excesiva como la que se está proponiendo, dado que la Constitución Nacional garantiza tales libertades.

Debemos cuidar, a su vez, a la familia -motor esencial de la sociedad- con leyes que impidan una tributación excesiva como la que este Proyecto impone, ya que es la familia quien  promueve la inversión en el capital humano con efectos directos en la sociedad, la cual no crece sino se invierte en dicho capital.

Y no, Sr presidente, esta no es una ley dirigida a las «clases altas». Esta afecta también a esos individuos y familias de clase media, que en busca de un presente y un futuro mejor para ellos mismos y sus familias, se ven obligados a destinar parte de sus ingresos a la contratación de servicios privados.

Esto no se debe exclusivamente a lo que pudieron hacer ustedes o nosotros en los últimos 4 años, es una constante de la política económica argentina de las últimas décadas, demostrando que la clase política le ha fallado a sus representados, al igual que hoy pretenden hacerlo con este nuevo impuestazo.

Porque, señor Presidente, esta Ley Impositiva no está aislada del contexto nacional. Estamos frente a un Gobierno, como decía al principio, que no está cuidando a las clases medias y a las productivas. Con la sanción de la ley de emergencia sancionada por el Parlamento Nacional, los argentinos comenzaron a sufrir un impuestazo que representa dos puntos del PBI, ecuación a la cual deberíamos sumarle la presión inflacionaria, que es producto de la mala praxis del Estado y que también atenta contra los ingresos de los argentinos. 

No podemos ignorar el hecho de que la llamada Ley “Solidaria” no subió el Mínimo No Imponible de Bienes Personales y del impuesto a las ganancias, por lo que la inflación, junto a la revalorización de distintos bienes, como por ejemplo el automotor, elevan de forma ficticia el patrimonio de las personas, obligándolos a pagar más impuestos sin que necesariamente se trate de clases altas, como tanto se ha escuchado en esta Cámara, e incluso al gobernador Kicillof. No podemos confundir una vivienda familiar o un automóvil con riqueza. 

En un Estado de Derecho debe actuarse con justicia. Este es el punto de partida de los impuestos a establecer y de los aumentos respecto a los mismos.

El principio de capacidad económica es el único principio esencial, que respeta todos los derechos fundamentales de las Constituciones de un Estado de Derecho como en el que, en teoría, nos encontramos.

Por último, Sr. Presidente, destacar el escenario que configuraron los resultados de las elecciones, que a ustedes les dio la responsabilidad de gobernar y a nosotros de garantizar gobernabilidad pero también de controlar y poner límites. Asumimos el desafío, pero también el deber de ser una oposición responsable. Por esto mismo es que hace dos semanas esta Legislatura está discutiendo este proyecto, y es por eso que hemos logrado un proyecto visiblemente mejor que el que propuso en primera instancia el ejecutivo y que pretendía sancionar sin modificaciones. 

Finalmente logramos el consenso y podemos decir que gracias al diálogo que impulsamos desde nuestro espacio, hemos contribuido a que se incorporen medidas de protección a los jubilados, a las micro y medianas empresas, a aquellos bonaerenses que ejercen profesiones liberales y propiciamos también un tope para el aumento del impuesto automotor. 

Al final de cuentas, Juntos Por El Cambio realmente vino a cambiar la realidad de la Provincia que hasta hace cuatro años no conocía el diálogo como eje central de la política.

Por todo esto, Sr. Presidente, vamos a votar en contra de los artículos 4°, 5°, 6°, 9°, 10°, 11°, 21, 22°, 83° y 100°.

Muchas gracias, Sr. Presidente.