La ludopatía no es juego

La adicción al juego, conocida como ludopatía, viene creciendo a pasos agigantados hace muchos años en la Provincia. Es imperioso que desde el Estado concretemos distintas medidas para luchar contra una problemática que se acentúa día a día, destruyendo las vidas de quienes caen a su paso.

Si bien las estadísticas son escasas, es notable el incremento de la adicción al juego en la población femenina. Se estima que más del 60% de las personas que padecen esta problemática, son mujeres. Esto, sumado a la penetración que tiene el juego en los estratos más bajos, da como resultado madres en una grave disyuntiva: alimentar a sus hijos o dejarlo nuevamente en manos de la suerte.

Las causas son múltiples, no hay duda, pero el juego para muchas de ellas es una vía de escape a situaciones de violencia, soledad y en muchos casos la falsa ilusión de llevar un ingreso más a la casa. Una de las particularidades de esta adicción, es que es invisible, ya que afecta directamente al seno familiar y no es facilmente identificable a diferencia de otras problemáticas.

Para enfrentarla debemos aunar esfuerzos para generar los dispositivos de abordaje necesarios. Algunos de esos mecanismos se están llevando a cabo. En 2014 el 57% de los que llamaba para pedir ayuda a la línea del programa bonaerense de atención ludopática era el propio jugador, en 2017, gracias a los esfuerzos por combatir esta situación, ese número subió al 69%.

Sin embargo todavía queda camino por recorrer. Incluir un mapa de relevamiento que identifique por zona, edad, sexo, situación social y demás variables necesarias nos permitirán realizar un estudio minucioso sobre la problemática. Incrementar las campañas de difusión para fomentar la prevención en conjunto con Loteria de la Provincia y demás organizaciones de la sociedad civil involucradas en la problemática, entre otros.

Limitar la industria del juego para enfrentar esta adicción es una de las coincidencias básicas que se alcanzaron al momento de construir Cambiemos. La decisión firme de la Gobernadora María Eugenia Vidal es la primera acción que claramente frena el avance de esta industria que tanto daño hace a una población vulnerable.

Es fundamental, además, incluir medidas que prohíban todo tipo de publicidad, promoción y patrocinio por parte de las empresas concesionarias como así también establecer horarios más rigurosos de apertura y cierre, lo que significaría un paso elemental hacia la limitación del Juego indiscriminado en todo momento.

Desde nuestro rol en la legislatura bonaerense, vamos a acompañar esta política de Estado, generando iniciativas que fortalezcan el Programa de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo.

El anuncio de la Gobernadora es la continuidad de una política de Estado cuya primera medida fue frenar el traslado del Bingo de Temperley a escasos metros de la feria La Salada en Puente La Noria. No frenaremos aquí. Continuaremos trabajando sobre cuatro ejes que consideramos claves: Combatir el juego ilegal, limitar el legal, controlar a quienes explotan las salas de juego y reconocer, prevenir y tratar la ludopatía.

Aún hay mucho por hacer. Son muchos años donde la política fue cómplice por acción y omisión del crecimiento indiscriminado del juego, de la falta de control y de los negocios de unos pocos en detrimento del conjunto de los bonaerenses. Desde hace dos años estamos dando la pelea para devolverle la dignidad a los bonaerenses, debatir el rol del juego en nuestra provincia era una tarea pendiente que no vamos a esquivar porque prevenir y combatir la ludopatía es proteger a los trabajadores y sus familias.